DE LA NOCHE A LA MAÑANA
Carteles en las vidrieras; rostros angustiados y cansados tras ellas. Entre colchones, mates y discusiones encontramos el último local tomado de la empresa Blockbuster Argentina S.A. situado en las calles Rivadavia y Puan en el transitado barrio de caballito.
A pesar de los llamados, los carteles y las acciones de lucha llevadas adelante por sus trabajadores, la mirada indiferente de los vecinos no parece dar respuestas.
“Muchos piensan que el local cerró y simplemente está vacío” nos comenta Lucía una de las trabajadoras del local, con la resignación de verse invisibilizada debido a que prácticamente ningún medio de comunicación se ha acercado para conocer su situación e informar la noticia. El deber de los medios de comunicación es mantener informado al pueblo, pero las grandes corporaciones mediáticas juegan el papel principal de mantener en absoluta confidencialidad, mientras les sea posible, todo aquello que pueda despertar la solidaridad entre los trabajadores.
Debido a esto, la mayoría nos enteramos del conflicto al encontrar de golpe los locales cerrados como en el caso de nuestro barrio, el que estaba en Caseros y Manuel García y en sus vidrios los mensajes de los trabajadores “en este local vinimos una mañana a trabajar como todos los dias y nos encontramos con que habian cambiado la cerradura” “ladrones paguen los sueldos”.
Esa fue la única forma de enterarse de lo que pasaba en Blockbuster. El escándalo de la multinacional yankee no fue noticia para los grandes medios.
Para resumir un poco el conflicto: la empresa radicada hace más de 15 años en la Argentina, comienza a tener un declive económico para finales del 2006. Desde sus comienzos hasta esa fecha la empresa había rendido sus frutos generando importantes ganancias, pero para el año 2007 es la central norteamericana que empieza a hacerse cargo de sus filiales en nuestro país, debido a las (supuestamente) graves dificultades que tenían los directivos locales para afrontar los costos laborales.
Desde ese momento hasta la fecha se produce un descontrol total en el ingreso de dinero no auditado, con presupuestos para proyectos que jamás se realizaron dentro de los locales que lo único que hacía con el correr de los meses, era generar una profunda incertidumbre entre los empleados.
Las profundas irregularidades de la empresa contrastaban con la preocupación de sus empleados.
Los directivos poco a poco fueron mostrando su caradurez y aconsejando ya en el último tiempo que se vayan buscando otra cosa porque la empresa iba a cerrar en cualquier momento.
La central norteamericana entra en concurso preventivo de acreedores e inmediatamente esto fue la excusa perfecta para cerrar los locales acá, a pesar de que legalmente esa instancia judicial no puede comprometer a las sucursales de la empresa en el exterior.
(y peor aún: la central en EEUU fue “salvada” con un plan de financiamiento estatal y hoy en día está nuevamente funcionando normalmente)
Cuando suceden los cierres masivos de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires, y los directivos desaparecen, muchos de los trabajadores se dieron inmediatamente por despedidos, sin esperar la explicación debida ni la seguridad de que la empresa se iba a hacer cargo de las indemnizaciones correspondientes.
Otros decidieron tras asambleas comenzar con las tomas de los locales.
Para impedir cualquier plan de lucha y dividir más aún a los trabajadores, más tarde la empresa publicó dos listas en las cuales en una figuraban los que iban a percibir el pago correspondiente y en la otra quienes no.
Entre idas y vueltas la situación se complicaba y las tomas comenzaron a caer quedando solo la citada en esta nota.
En las dos audiencias convocadas en el ministerio de trabajo para los trabajadores, la empresa Blockbuster brilló por sus ausencia dando por iniciado el largo camino del juicio laboral, pero en este caso frente a una empresa que ya estableció el hecho de no hacerse cargo en absoluto de los pagos de haberes, por su imposibilidad de financiamiento y su ahora reciente pedido de quiebra.
El sindicato de empleados de comercio al cual acudieron los trabajadores en un principio para buscar la defensa de sus derechos, solo consiguió una reunión con los directivos de la empresa (la cual por supuesto fue en forma privada) y luego nunca más volvieron a aparecer según nos contaron los trabajadores.
¿Quién entonces se va a hacer cargo de las 350 familias que quedaron en la calle? ¿Es así de simple como una empresa puede presentarse en concurso de acreedores y dar finalmente la quiebra sin responsabilizarse de su propia obligación que es el pago indemnizatorio correspondiente de sus trabajadores?
Los trabajadores y trabajadoras del local de Rivadavia y Puan, a pesar de su incertidumbre frente a estas y otras preguntas, aun sostienen la lucha y continúan reclamando por lo que les corresponde y también le exigen al gobierno nacional que se haga cargo de ellos al menos provisoriamente para darles una fuente de trabajo que logre subsanar en parte su situación de desempleados, ya que con el mísero seguro de desempleo no ven amortiguada ni por lejos su difícil situación económica.
Pero también es otra cosa la que los trabajadores y trabajadoras nos expresaron, y es que quieren lograr poner evidencia con su lucha, la impunidad de las empresas que exprimen a sus empleados hasta la ultima gota, para luego desparecer y dejar un tendal de excluidos tras su paso.
Hace pocos días nomás que además les cortaron la luz en el local. Ojalá que dentro de tanta oscuridad, los trabajadores consigan lo que es suyo y vuelvan a la luz.
Y no olvidemos que los responsables tienen nombre y apellido:
Pablo Ramiro Verasaluse Director de Operaciones
Andrés Enrique Bal gerente de Administración y Finanzas
Gastón Esteban Baga Gerente Comercial
Sergio Norberto Szlapak gerente de Personal y Recursos Humanos
¡¡DEN LA CARA!!
¡Pago de salarios e indeminización ya a los trabajadores del Blockbuster!
yy hay alguna novedad? alquién cobró algo??
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