BARILOCHE: FRIA REPRESION
Crónicas marcianas
La fiebre mundialista, otra vez y como siempre se lo comió todo. Mientras la pantalla del televisor, los parlantes de las radios y las tapas de los diarios anunciaban el partido que Argentina tenía que jugar con Corea del sur, otra muerte más a manos de la policía conmocionaba a todo un barrio.
Diego Bonefoi de sólo 15 años caía en la madrugada por un balazo en la cabeza en la turística ciudad de Bariloche. La solidaridad del barrio no se hizo esperar y al difundirse la noticia entre los vecinos el partido de Argentina quedó a un lado y la gente salió a la calle en su legítimo derecho de repudio a tal bestialidad cometida. Pero al comenzar la manifestación los adalides de la “ley y el orden” respondieron nuevamente en contra de los derechos de la gente. Esta vez participaron efectivos de la Policía de Río Negro con escudos y armas con municiones de goma y personal del grupo de elite Bora.(1) Los vecinos fueron reprimidos salvajemente quedando como saldo 2 nuevas muertes, las de Sergio Cárdenas y Nicolas Carrasco.
Las declaraciones a un medio local del ministro barilochense Larreguy frente a las pedreadas por parte de los vecinos contra la comisaría, no dejan lugar a dudas sobre el total desinterés de los gobernantes de turno de esa provincia por los sectores más vulnerables y una defensa absoluta al accionar represivo de las fuerzas de “seguridad”:
“La Policía tenía que proteger la comisaría porque después la tenemos que hacer de vuelta sino… no sé a qué se debe esa reacción por parte de los vecinos, no sé qué tiene que ver”
Un chico de 15 años había sido asesinado hacía unas horas y el ministro no sabía a que se debía la reacción de los vecinos…
Todos pudimos ver claramente por la televisión una marcha que avalaba el accionar policial desviando la atención del problema real. Nos intentaron convencer nuevamente de que es “justo” que la policía pueda abusar de su autoridad y hacer uso de la ejecución por medio del gatillo fácil si así lo considerara.
Pero el problema real en Bariloche habla de la marginación y persecución que viven los habitantes del “Alto”(el sector más
pobre de Bariloche) con un Estado completamente ausente en lo que se refiere a políticas sociales, pero absolutamente presente cuando se trata de reprimir.
Días después de los 3 asesinatos a manos de la policía, el día 8 de Julio, Marcos Huenchullan un integrante de la Multisectorial contra la represión policial de Bariloche sufrió un allanamiento de su casa y lo detuvieron 13 policias de civil sin identificación y sin la orden correspondiente, para llevarlo a una dependencia no habilitada para interrogatorios. Durante la detención la policía lo interrogó sobre su pertenencia y participación en esta Multisectorial, así como sobre sus actividades político partidarias.
Luego de esto también se conocieron las declaraciones de Mario Cayún en una conferencia de prensa, denunciando que el grupo BORA lo detuvo en la calle, uno de los efectivos le quebró un codo y luego de pasearlo de comisaría en comisaría decidieron soltarlo porque según palabras que escuchó de un dialogo entre los policías ”ya había 3 muertos”.
La militarización que se vivió en Bariloche por esos días no fue algo novedoso. Ya en 2005 producto de otra manifestación por “mano dura” de los sectores
pudientes de Bariloche, el gobierno provincial decidió la militarización de todo un barrio popular con la presencia de policía, y el grupo BORA, además también de prefectura y gendarmería (estos dos últimos bajo la responsabilidad del Estado Nacional que prefirió ser cómplice desde el silencio). Durante aquellos días se detuvo a un montón de jóvenes en las calles y hasta en el transporte público, varios de los cuales permanecieron en carácter de “desaparecidos” durante horas ya que al llegar a las comisarías las detenciones no eran declaradas.
El cabo Sergio Andrés Colombil, acusado por la muerte de Diego Bonefoi, hace poco fue trasladado a Comallo donde se mantiene su detención, acción que fue repudiada por los familiares y amigos de Diego, ya que parece evidente la intención por parte del gobierno de resguardar al efectivo.
El mundial de fútbol terminó y ahora los medios buscan otras excusas para distraer nuestra atención nuevamente de estas cosas que pasan a diario. Ya no deberíamos permitir que nos tapen la realidad.
Hoy en día, por un lado desde la provincia que presenta la mayor cantidad de muertes y por ende mayor impunidad por estas causas, Scioli insiste con modificar el “código de faltas” con reformas que violan la Constitución nacional y la provincial y los derechos individuales y colectivos más elementales, según ya denunciaron los organismos de derechos humanos.
Por otro lado este año la flamante “Policía Metropolitana” salió a las calles con la promesa de que su presencia alcanzará toda la ciudad de Bs. As. Esta policía provista de mayor tecnología para la represión (picanas eléctricas por ejemplo) y con superiores entrenados especialmente por la ILEA (organismo similar a la tristemente célebre “Escuela de las Américas” donde entrenaron a los represores la última dictadura) es la encargada de contribuir con el brazo represivo del Estado.
¿Qué pasó? ¿Que pudimos cambiar en estos años de la democracia? ¿Por qué no se quiere hablar de los crímenes de Estado de hoy al igual que de los de ayer?
Es mucho el dolor y la indignación frente a tanta violencia organizada desde arriba.
En este momento alguien puede estar sufriendo alguna vejación en un calabozo o quizás otro niño caiga por una bala policial en el asfalto frente a la mirada indiferente de una sociedad que lo vio nacer y ahora lo deja morir.
(1) Brigada de operaciones,rescate y antitumulto
http://correpi.lahaine.org/?p=936
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